El asesinato de honor de Romina Ashrafi (14 años), decapitada con una hoz por su padre, causa una ola de indignación en Irán y pone sobre la mesa el debate respecto a estos crímenes.

El asesinato de honor es una práctica extendida en áreas tribales -principalmente kurdas y bajtiari- y conservadoras tanto de Irán como de sus países vecinos. En el país persa, estos crímenes están penados con hasta 10 años de prisión en lugar de la pena de muerte y el pago del ‘diyat’ (dinero de sangre) por homicidio.

Romina Ashrafi se había escapado de casa con su novio de 35 años porque su padre no aprobaba el casamiento de la pareja (en Irán las mujeres se pueden casar a partir de los 13 años, aunque no sea una práctica común). Tras ser detenida por las autoridades y devuelta a su casa, su padre la asesinó mientras dormía la noche del 21 de mayo. El crimen ha dado pie a un debate dentro de la sociedad y las autoridades sobre la situación de vulnerabilidad de las mujeres.

 

 

El presidente de la República Islámica, Hassan Rouhani, ha pedido a su gabinete que preparen una nueva legislación que imponga castigos más severos para los crímenes de honor.

Según el medio estatal iraní IRNA, la vice-presidenta para Asuntos de Familia y Mujer Massoumeh Ebtekar, ha pedido un proyecto de ley prioritario para mejorar la seguridad de las mujeres. Se le suma el viceministro de Justicia Mahmoud Abbasi, que asegura, su trabajo es asegurar un castigo duro para el autor de este crimen. “Es el comienzo de un camino largo y terrible que requiere que demos un paso hacia adelante para prevenir el sacrificio de más ‘Rominas’ en la sociedad”, ha concluido Abbasi.

El asesinato de Romina Ashrafi también ha puesto en duda la figura islámica del ‘Guardián’ de las mujeres. La asesora presidencial iraní para cuestiones de los Derechos Humanos Shahnaz Sajjadi explicó al medio Khabar Online que “debemos revisar la idea de que el hogar es un lugar seguro para los niños y las mujeres. Los crímenes contra las mujeres que pasan en sociedad son menos de los que pasan en los hogares.

Países de la región en los que todavía algunas comunidades practican los asesinatos de honor, ya están dando paso para ilegalizar definitivamente este tipo de crímenes. El pasado mes de marzo, el Parlamento de Sirio abolió del Código Penal el Artículo 548; ilegalizando definitivamente los feminicidios por cuestión de celos y presión social y castigando los asesinatos de honor como homicidio, sin reducción de pena.

 


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