Esta mañana  Twitter nos había bloqueado la cuenta por el video del atentado de Nueva Zelanda. En el video del tuit incrustado no se veía nada, de hecho nos encargamos de cortarlo en el momento en que empezaba la violencia.


 

Pero independientemente de si se veía algo o no, esta «censura» no ha salido de twitter si no de usuarios que, en nombre de la libertad expresión se han dedicado a denunciar el tuit y la cuenta. Y eso es lo preocupante. Porque no hace falta creer en grandes conspiraciones para explicar la censura. Son los propios lectores los que, cuando no les gusta ver algo, ejercen el papel de censores.

 

 

Hemos visto que estamos en una sociedad que prefiere no ver una realidad preocupante que va in crescendo porque prefiere vivir en la comodidad de la ignorancia. Parece, que incomoda más ver la violencia que el acto de violencia en sí.

Parece, que la gente piensa que si no ven el video, el terrorismo se acaba. Pero creednos, a estas alturas al terrorista le da igual si tú lo has visto el video no porque los grandes medios como el New York Times, ya han hablado de ello y la masacre, como acto y como símbolo, quedará grabada en la historia de Nueva Zelanda. 

Se nos acusa de difundir propaganda terrorista por subir el video a nuestro portal. Imaginamos, entonces, que esos mismos censores estarán de acuerdo con que hay que prohibir la difusión de las torres gemelas ardiendo, y es que el 11-S es el mayor acto de propaganda terrorista de la historia. El problema de estos censores residen en que son incapaces de entender la información.

 

 

El terrorismo nos afecta a todos, y si no sabemos cómo es, si no conocemos sus estrategias, nunca sabremos combatirlo. No es propaganda, es información, y si a ti te molesta un video en vez del asesinato de tantas personas entonces el problema no es el video. Si quieres poner límites a la información que te disgusta, entonces no eres un lector si no un censor.

Hemos visto muertos en guerras. El documental de “GAZA”, galardonado con un Goya, obtuvo tuvo mucha más repercusión con una muy buena crítica. En los primeros minutos del documental salen cuerpos partidos por la mitad, niños con la cabeza abierta, cadáveres mutilados… pero sale en El País, es en Palestina, no pasa nada. La opinión de las familias no importan, porque «es lo normal en esos países». 

Incluso, mirando a través del prisma de la propaganda, esas escenas [innecesarias sin previo aviso], también son propaganda de Palestina. Porque todo es propaganda para quien no entiende que todo es información. Información que el cómo se trata marca la diferencia entre el trabajo del periodista y el del propagandista.

Dejémonos de hipocresía, porque según quien muera, parece que el drama tiene mayor o menos valor. ¿Por qué está bien ver a niños yemenies muriéndo de hambre en televisión mientras un famoso les mira desde arriba? ¿Eso acaso no es humillante para esa familia? 

¿Por qué no pasa nada cuando vemos fotografías de barbaridades de la Segunda o Primera guerra mundial? ¿De Sierra Leona, Congo o Vietnam?

¿Es acaso porque pasó hace mucho y ya no tiene importancia? ¿Porque pasó en países lejos de nuestros barrios? ¿O es por que te incomoda la verdad y prefieres vivir independiente a una realidad molesta?

El terrorismo existe. Miles de personas mueren al año, en 14milimetros.com hablamos constantemente de esas cifras, esas muertes y esos datos clave para entender el fenómeno terrorista. Pero solo habéis denunciado este video. Recientemente mostramos algo similar en México, pero solo habéis denunciado este video. Hemos mostrado la violencia de Siria, pero solo habéis denunciado este video. 

El terrorismo es un problema de todos, y dándole la espalda no vamos a conseguir que desaparezca. Al terrorista le importa lo que ha hecho él, no tu click en el enlace.

El Estado Islámico no tirará las banderas porque tú no quieras ver sus videos. La extrema derecha no dejará de alimentar su discurso porque a ti te moleste el video. El terrorismo va mas allá, y se curte de horas y horas de preparación previa. El asesino no actúa porque un día vio un video o dejó de verlo. Hay una red de adoctrinamiento mucho más compleja detrás. Al asesino de Nueva Zelanda le influenció más hablar con Breivik y sentirse parte de un proyecto, que el simple hecho de entrar a leer algo en /pol/.

Si no queréis ver la realidad que nos concierne, estáis en la web equivocada. Aquí contamos las guerras y el terrorismo sin filtros, y lo seguiremos haciendo porque 14Milimetros está hecho de pedacitos de historias que nos contaron en la guerra.

En la guerra nos dijeron: “por favor, solo os pido que contéis las atrocidades que nos han hecho”

Por eso estamos aquí.