La activista de origen kurdo y diputada por el Partido Democrático de los Pueblos Leyla Guven, se encuentra en estado crítico tras 78 días en huelga de hambre dentro de la prisión turca de Diyarbakir.
La diputada fue detenida en enero de 2018 por criticar la ofensiva turca contra milicias kurdas en la región de Afrin, norte de Siria.
La Fiscalía turca pide 100 años de prisión. Se la acusa de pertenecer a organización armada, en alusión a la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), hacer propaganda terrorista e incitar al odio.
El pasado 8 de noviembre, Guven inició una huelga de hambre para denunciar el aislamiento que sufre el líder del PKK, Abdullah Ocalan, que se encuentra en régimen de aislamiento desde 1999 y condenado a cadena perpetua.
Aunque el pasado 13 de enero Ocalan recibió la primera visita familiar desde hace casi tres años, la diputada kurda continúa en huelga de hambre.
Los argumentos de su hija, Sabiha Temizkan, son que su huelga “no es para que Ocalan reciba una visita especial, sino para que pudiera hablar regularmente con su familia”.
Desde el inicio de la huelga, Guven se mantiene a base de agua con sales, azúcar y vitamina B. Aunque tras 78 días sufre bajadas de tensión, vértigo, calambres de estómago, vómitos e insomnio, según su hija.