El Ejército Nacional Libio liderado por el señor de la guerra Khalifa Haftar se ha hecho con el control total del yacimiento petrolero de Al Sharara; el más importante del oeste del país y explotado por la compañía española Repsol hasta diciembre, cuando se detuvo la producción debido a la inestabilidad de la región.


 

El yacimiento de Al Sharara juega un papel fundamental para la supervivencia del ejecutivo libio apoyado por Naciones Unidas con el que Haftar está enfrentado y el suministro eléctrico de la capital, Trípoli.

El Ejército Nacional Libio ha logrado entrar en Al Sharara de forma pacífica y sin resistencia alguna después de pactar con las tribus autóctonas de la región de Tebu, que han cambiado de bando. Mientras, el Gobierno del Acuerdo Nacional en Trípoli respaldado por la ONU califica los avances de Khalifa Haftar como una acción terrorista.

La noticia ha sido un duro golpe también para Francia, que extraía en torno a 300.000 barriles de crudo diarios a través de su empresa Total. 

Con la toma de Al Sharara, Khalifa Haftar se ha hecho con el control de la mayoría de la industria petrolera de Libia, que antes de la caída de Gadafi en 2011 generaba 1,6 millones de barriles de petróleo diarios.