Un puente sobre el Drina, de Ivo Andric

Una crónica de cinco siglos donde Ivo Andric, Premio Nobel de Literatura, retrata la trágica historia de los Balcanes.

La ciudad de Visegrad (Bosnia), situada a orillas del río Drina, tuvo un momento de esplendor en la Edad Media por constituir un puente de tránsito entre el mundo cristiano y el islámico. Esta novela recoge la historia de esa comunidad plural y conflictiva, tomando como pretexto narrativo el gran puente de piedra que cruza el río, lugar de encuentro y paseo para sus habitantes. La larga crónica abarca desde el siglo XVI hasta principios del XX, y nos da cuenta de las tensiones y enfrentamientos que se suceden y heredan de generación en generación.

 

 

 

Almas Muertas, de Nikolai Gogol.

La novela se sitúa en el Imperio Ruso, con anterioridad a la emancipación de los siervos, cuando los terratenientes podían poseer siervos que trabajasen sus tierras. Estos eran comprados, vendidos o hipotecados como cualquier otra propiedad. Para contar a los siervos en propiedad y a la hora de la compraventa, se empleaba la palabra “душа” (alma). Por una parte, el título se refiere a ese conteo, donde las “almas muertas” (siervos muertos) siguen siendo propiedad de los terratenientes y estos deben seguir pagando impuestos por su posesión. Por otro lado, es una crítica a esos mismos terratenientes de la clase media rusa de la época: pretenciosos, vulgares, insensibles, sin alma.

La trama cuenta la historia de Chichikov, un hombre adinerado con un plan extraño, hacer negocios con la compraventa de las almas muertas.

 

 

 

Taras Bulba, de Nikolai Gogol

Feroces, crueles, valientes y apasionados, los cosacos hacen temblar la estepa bajo los cascos de sus caballos. Entre ellos se encuentra Taras Bulba, un anciano lleno aún de fuerza e inteligencia que junto a sus hijos, Ostap y Andréi, avanzará por tierras polacas con la intención de vengar su fe ortodoxa burlada por los católicos. Ninguna guarnición, ciudad amurallada o iglesia podrán detenerlos, hasta que la desgracia se ciega sobre ellos y Andréi haga que su padre maldiga el día en que lo engendró. Taras Bulba, una anomalía entre la obra más conocida de Gogol, es una aventura trepidante en la que cada capítulo es más sorprendente que el anterior; un fresco tan afinadamente dibujado y tan vívido que resulta absolutamente intemporal.

 

 

 

Madre, de Maksim Gorki

La novela arranca con la muerte del obrero Mijaíl Vlásov, un hombre que martirizó física y anímicamente a su mujer Pelagia (cuyo patrónimo es Nílovna) durante los años que duró su matrimonio. Fruto del mismo es Pável cuyo carácter se va tornando cada vez más reservado. Pelagia no obtendrá explicación de este cambio de comportamiento hasta que un día Pável decide celebrar una reunión con algunos de sus compañeros en su propio hogar. En esa reunión, la madre tomará conocimiento de las inclinaciones políticas de su hijo, líder socialista en la fábrica en la que trabaja, y conocerá a las personas que componen su círculo más íntimo. En el transcurso de la historia, el lector puede apreciar el cambio de actitud de la madre hacia la actividad política. En un primer momento, su reacción es de rechazo, un rechazo que tiene su origen en el miedo que ha venido arrastrando a lo largo de su vida. Sin embargo, poco a poco se va involucrando en las reuniones de su hijo con sus compañeros de partido, a los cuales acaba tratando y considerando como si fueran sus propios hijos (quien sigue la historia acaba comprendiendo que Pelagia no es sólo la madre de Pável, sino también de todos sus compañeros, de toda la causa que defienden): su relación con personajes como Andrés, Natasha o Rybin es cada vez más estrecha.

 

 

 

Rusia, de Edward Rutherfurd

Guerreros, ermitaños, boyardos y siervos, héroes y heroínas románticos, ancianas damas ricas, buscadores de fortuna y exiliados… Los personajes de Rusia habitan en un mundo contradictorio de bosques, estepas, iconos y hachas, fe ortodoxa y hermosas iglesias, palacios magníficos y pueblos miserables; de arte popular ruso y óperas suntuosas, de Tolstoi y Lenin, Chaikovski y Rasputín. 

Desde las tribus nómadas de las grandes planicies de Eurasia hasta hoy en día, a través de la vida de un pequeño pueblo al este de Moscú, Rutherfurd sigue las tribulaciones de cinco familias desde los orígenes del Rus de Kiev a la invasión tártara, el reinado de Iván el Terrible y los salvajes cosacos, la dinastía de Pedro y Catalina hasta el drama de la Revolución y los posteriores sucesos contemporáneos componiendo un mosaico que consigue, con su extensa documentación y su escritura trepidante y ágil, atraparnos en las redes de uno de los países más contradictorios y fascinantes del mundo.

 

 

 

God´s Playground (vol. 1 y 2), de Norman Davies.

Una detallada investigación de la historia polaca, God´s Playground demuestra la importancia de Polonia en la historia europea, desde la Edad Media hasta el presente. Abandonando el enfoque nacionalista tradicional de la historia polaca, Norman Davies enfatiza el rico patrimonio multinacional del país y coloca el desarrollo de las comunidades judías, alemanas, ucranianas y lituanas firmemente dentro del contexto polaco. Davies enfatiza la historia cultural de Polonia a través de una presentación de extensos textos poéticos, literarios y documentales. La narrativa política se entremezcla con ensayos sobre temas religiosos, sociales, económicos, constitucionales, filosóficos y diplomáticos.

 

 

 

La trampa balcánica, de Francisco Veiga.

Este libro propone una reflexión serena pero polémica sobre la última gran crisis europea de finales del siglo XX: la crisis de los Balcanes. En el análisis, se consideran las causas sociales y económicas, los mitos históricos y una constante de la singular historia de este rincón de Europa: el persistente intervencionismo de las grandes potencias que una y otra vez han caído en la trampa balcánica, en la cual es fácil entrar pero muy difícil salir.

 

 

 

Bajo el Yugo, de Ivan Vazov.

Posiblemente el cásico más famoso de la literatura búlgara. Publicada en 1894, narra los momentos previos de la sublevación de abril de 1876 contra los turcos, el mayor intento de recuperar la soberanía de Bulgaria hasta la fecha. El protagonista es Iván Kralicha, un revolucionario que, fugado de una prisión turca, se establece en una pequeña ciudad del centro de Bulgaria haciéndose pasar por maestro. Allí entra en contacto con otros patriotas búlgaros, con enemigos e incluso encuentra al amor de su vida. Vazov toma personajes de sus recuerdos juveniles y narra con gran detalle el drama acerca de las tribulaciones de los personajes, sus emociones y motivos para participar en la rebelión, además de la sociedad rural de la época, un amplio reparto donde hay revolucionarios, colaboracionistas, clero o gente sencilla que tiene miedo de alzarse contra los turcos. Mediante la glorificación de la lucha contra el invasor extranjero, Vazov pretende insuflar de patriotismo a una nación que acaba de recobrar su independencia tras cinco siglos de dominación otomana.

 

 

 

The last King of Poland, de Adam Zamoyski.

Fascinante biografía del último rey de Polonia, y un relato de un sueño personal con todos los elementos de la Gran tragedia. El joven rey Stanislaw Antoni Poniatowski fue una ilustración perfecta de las contradicciones de los puntos de vista ideológicos y religiosos de Europa: adoró la razón pero fue guiado por el corazón. Stanislaw finalmente se vio obligado a observar cómo se iba destrozando todo por lo que había trabajado y finalmente se vio obligado a abdicar, como un hombre destrozado, engañado y desilusionado.

 

 

 

Kobzar, de Taras Sevchenko.

Taras Sevchenko es considerado el padre del idioma ucraniano moderno y una de las principales figuras del renacimiento literario del país. Gracias a sus obras, en las que empleaba el ucraniano, el espíritu nacional de sus compatriotas fue revivido. “Kobzar” era la palabra empleada para designar a los bardos ucranianos que cantaban poemas épicos o salmos mientras tocaban el “kobza”, un instrumento de cuerda de la familia del laúd. Sevchenko fue apodado “kobzar” tras la publicación de varios de sus poemas, que en esta colección se presentan bajo tal nombre. Los poemas de Sevchenko representan enérgicamente a la población ucraniana como distinta de la rusa, mostrando un sentimiento vivaz y alegre, pero a su vez triste y pesimista.

 

 

 

Las aventuras del buen soldado Svejk, de Jaroslav Hasek.

Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, el orondo y entusiasta Svejk, llevado por su fervor patriótico, se alista enseguida en el ejército austrohúngaro; se inician así las desternillantes y sorprendentes andanzas de este simpático pícaro moderno, cuya curiosa manera de atender a las órdenes de sus superiores le lleva a ser declarado oficialmente idiota. Una de las novelas más disparatadas y subversivas de toda la literatura universal.

 

 

 

Trilogía Transilvania, de Miklos Banffy.

A principios del siglo XX en Hungría se suceden las convulsiones políticas: el difícil equilibrio de la Monarquía Austrohúngara se resquebraja y las refriegas parlamentarias están llevando al país al colapso. La historia de amor entre Bálint Abády y Adrienne Miloth se inicia a la sombra de estos preocupantes augurios. Esta trilogía de novelas, que Miklós Bánffy publicó entre 1934 y 1940, está considerada como una de las obras más importantes de la narrativa centroeuropea de la primera mitad del siglo xx. Prohibida durante más de cuarenta años por los regímenes comunistas, desde su reciente recuperación no ha dejado de cautivar a lectores de todo el mundo.

 

 

 

Al este de Occidente, de Miroslav Penkov.

Penkov nos sumerge en estas páginas en siglos de tumulto de la historia de Bulgaria y la Europa del Este, y nos presenta un entrañable elenco de personajes atrapados entre la nostalgia del pasado y el anhelo de un futuro imposible: dos enamorados se reúnen una vez cada cinco años en el río que divide su pueblo entre el Este y Occidente; un nieto intenta comprar el cadáver de Lenin en eBay para regalárselo a su abuelo comunista. Pero incluso cuando el peso de la historia o el dolor del exilio parecen insoportables, los relatos de Al este de Occidente están animados por un inigualable sentido del absurdo y una rotunda afirmación de esperanza.Como hiciera James Joyce en Dublineses u Orhan Pamuk en Estambul, Penkov teje un retrato de su tierra natal y las almas de sus gentes, y consigue a través de estos relatos trascender fronteras: demuestra que el amor, la muerte y todo aquello que nos hace humanos permanece inalterable en el espacio y el tiempo.

 

 

 

Educación Siberiana, de Nikolai Lilin.

Basada en la supuesta experiencia personal del autor, con elementos semificticios, esta novela relata la extraordinaria historia de los urcas, una insólita comunidad de bandidos siberianos que tienen el dudoso honor de ser los únicos oponentes a Stalin que fueron deportados desde Siberia en lugar de hacia Siberia.

Los urcas fueron expulsados por Stalin a Transnistria, una larga franja entre Moldavia y Ucrania, aún hoy una tierra de nadie —en 1990 declaró su independencia, pero ningún estado la reconoce—, asolada por la corrupción, el crimen organizado y el contrabando.

Y precisamente allí nació y se crió Nikolái Lilin, en el seno de una gran familia que se enorgullece de no reconocer otra autoridad que la de sus ancianos, obligando a sus miembros a respetar un estricto código de conducta que les permite definirse a sí mismos como «criminales honestos». Con un profundo sentido de libertad y justicia, y exaltando valores como la lealtad, la humildad y la generosidad, los urcas no sólo prohíben las drogas, la violación y el desprecio hacia los débiles, sino que incluso castigan estos delitos con la muerte. Y como símbolo tangible de una ética tan peculiar, los tatuajes se presentan como un libro misterioso cuyas páginas custodian un lenguaje que nunca debe pronunciarse.

Apasionante y desgarradora, pero no exenta de sentido del humor, Educación siberiana es una gran epopeya personal relatada con una voz enormemente cercana y cautivadora.