“Conformada y ratificada el día de hoy la Orden Ejecutiva (EO) 13224, con el objetivo de actuar contra los siguientes miembros del IRGC-QF fueron: Manssor Arbabsiar, un ciudadano estadounidense naturalizado que posee pasaportes iraníes y estadounidenses que actuó en nombre del IRGC-QF, estando esta organización implicada en el complot fallido para asesinar al embajador de Arabia Saudí; Comandante del IRGC-QF, Qasem Soleimani con pasaporte diplomático iraní emitido en 1999 y con el siguiente número de registro; 008827, Hamed Abdollahi, un alto funcionario de IRGC-QF que coordinó todos los aspectos logísticos de la trama y supervisó a los otros oficiales de la Fuerza Qods directamente responsables de coordinar y planificar esta operación; Abdul Reza Shahlai, un funcionario de IRGC-QF que coordinó esta operación; y Ali Gholam Shakuri, un funcionario de IRGC-QF y diputado a Shahlai, quien se reunió con Arbabsiar en varias ocasiones para discutir el asesinato y otros ataques planeados.”
Así empezaba la orden de detención emitida en 2012 por la Secretaria de Estado del Tesoro estadounidense contra Qasem Soleimani y otros miembros de la Fuerza Qods, por el intento o complot para asesinar al embajador de Arabia Saudí en Washington DC. El sarlashkar (major general) de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán o IRGC Qasem Soleimani nació en el pequeño pueblo iraní de Qanat-e Malek, en la provincia de Kermán (una de las más grandes del país), en el conocido Estado Imperial Persa o Imperio Persa (sustituido con posterioridad en 1979 por la actual República Islámica de Irán). Criado en el seno de una familia campesina de origen humilde, su vida en dicho pueblo eran principalmente la agricultura y la ganadería, siendo absolutamente necesario en su juventud emigrar a la capital de la provincia, de la que toma nombre dicha ciudad. A la edad aproximada de dieciocho años ya se encontraba trabajando para la Organización de Aguas de Kerman o KWO. Durante esta etapa de su vida se aficionaría al deporte, en especial a las actividades físicas en gimnasios locales, y abrazaría el islam con fuerza; siendo un habitual a los sermones del clérigo Hojjat Kamyab, discípulo directo y protegido del Ayatolá Khomeini.
En los momentos posteriores del triunfo de la revolución islámica en Irán que lideró el Ayatolá Ruhollah Musaví Jomeini en 1979, la alta jefatura del nuevo estado decidió dotar a la recién creada nación de una organización que protegiera al frágil nuevo gobierno de amenazas surgidas desde dentro y de este modo proteger los logros de la revolución.El nuevo cuerpo, nacido de la revolución, debería ser una organización diferente en estructura y doctrina al ejército recular iraní (Artesh). Además actuaría de forma paralela y se mantendría siempre vigilante a los movimientos e intenciones del ejército regular de la República Islámica de Irán, el cual hasta hace muy poco tiempo se encontraba bajo mandato directo del Jefe del Estado del anterior régimen político iraní, el conocido Mohammad Reza Pahleví o Sha de Persia. En el día de su creación se atribuyen estas palabras al Ayatolá Jomeini:
“Si no había ejército, no había país. Estoy muy agradecido con la Guardia Revolucionaria (…) No tienes otra historia que la historia islámica. Les agradezco a todos. Rezo a todos”
Estas nuevas fuerzas paramilitares y de seguridad se denominarían Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica Iraní, (IRGC por sus siglas en inglés y Sepah-e Pasdaran-e Enghelab-e Islami en farsi), de los que tomaran también el nombre de Pasdaran o guardianes. Soleimani se unirá a las filas del IRGC en 1979, adquiriendo en dichos momentos un entrenamiento militar mínimo y siendo destinado como guardián raso a la frontera noroeste del país para sofocar un levantamiento de los kurdos en la provincia de Azerbaiyán del Oeste.
El 22 de septiembre de 1980, Saddam Hussein lanzó una invasión completa de Irán, iniciando la Guerra Irán-Irak (1980–1988). Al principio de la contienda y debido a su origen y a la purga de oficiales de carrera dentro del ejército iraní al inicio de la revolución islámica el alto mando del IRGC, se le concederá a Soleimani permiso para conformar y comandar una unidad con hombres nativos de la provincia de Kermán y regiones aledañas como Beluchistán, Sistán y Homozgán. Se convertiría entonces en comandante de la 41.ª Brigada de Tharallah (posteriormente pasaría a ser una División, tomando el nombre de Sarallah) con apenas veinte años. Esto nos puede dar una idea general de la acuciante necesidad de mandos dentro del seno del recién creado IRGC. Sin embargo, el ascenso no fue inmerecido ya que el mismo Qassem Soleimani realizaba misiones de reconocimiento para minimizar en lo posible la pérdida de vidas entre sus hombres. Qasem Soleimani será herido durante el transcurso de la conocida como operación “Camino a Jerusalem/ The way to Quds” el 29 noviembre de 1981, siendo esta la primera ofensiva iraní en la guerra desde el inicio de la invasión por parte de Irak. La estrategia de esta operación fue la nefastamente conocida como ataque de olas humanas sobre objetivos iraquíes, atravesando zonas minadas, alambradas y trincheras bajo fuego directo enemigo. Estas tácticas fueron empleadas por el IRGC para superar la superioridad tecnológica y organizativa del ejército iraquí. Soleimani, sin duda, estaba perturbado al saber que sus soldados estaban muriendo sin sentido. En Julio de 1985 se opondrá enérgicamente al alto mando del IRGC al oponerse a la invasión de dos islas en el oeste de Arvandroud (Shatt al-Arab/Orilla de los Árabes) para tomar el control y asegurar las ciudades iraníes de Abadán y Jorramchar y el puerto iraquí de Basora se encuentran en el curso del río. A este respecto Soleimani se referirá al planteamiento de la operación de la siguiente manera: “Tomar las dos islas sería la parte fácil, pero permanecer allí sería imposible. Además de esto, durante el retiro dejaremos gran cantidad de tropas atrás”.
El valor, compromiso y coraje de Soleimani durante la guerra llegaría a tal punto que en la zona de operaciones de la península al-Faw, por iniciativa propia y a plena luz del día, enviaría tres máquinas cargadoras, tres excavadoras o bulldozers, tres camiones de carga y tres Pick-Up para participar en actividades de ingeniería. Dicho de otra manera menos formal, dirigió la construcción de una carretera o paso para las tropas iraníes en territorio controlado por las fuerzas iraquíes. Este acontecimiento disgustaría al alto mando del IRGC, por el enorme riesgo que corría Soleimani participando siempre personal y activamente en el desarrollo de las operaciones. Tanto es así que casi pudo llegar a ser capturado en 1986 por las fuerzas iraquíes. Esta continua oposición en las tácticas y estrategias a desarrollar le creará grandes enemigos dentro del IRGC iraní, como el de su comandante en jefe Mohsen Reza del que comentará con posterioridad lo siguiente sobre su estrategia en la guerra contra Irak;
“¡No tenemos ningún plan para la guerra! Después de [la] operación de Karbala V, realmente no sabía cuál era el propósito y qué queríamos hacer en el futuro. No tenemos un plan claro para los próximos seis meses “
Soleimani también terminó siendo un rival y adversario para el ayatolá Akbar Hashemí Rafsanyaní, dentro de las diversas luchas por el poder existentes en el seno del cuerpo de los guardianes de la revolución y las diferentes facciones políticas de Irán; y es que controlar la guardia revolucionaria prácticamente otorga el control del país en sí mismo. Hay quienes especulan que esta conflicto fue el motivo de su desaparición mediática entre los años 1989-1997, aunque en realidad fue debido al nuevo cargo asumido en la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Kermán, una zona muy próxima a Afganistán y una de las principales rutas de heroína hasta Turquía. Estas provincias y zonas colindantes al país afgano se convirtieron en unas de las zonas más inseguras de la Republica Islámica de Irán, algo que el gobierno consideró inasumible, por lo que organizo una campaña contra el narcotráfico desde principios de 1990 con un marcado carácter militar. Por este motivo las operaciones debían ser comandadas por un militar con experiencia en el campo de batalla debido a lo poco convencional y a la extrema violencia de los diversos carteles, etnias y tribus implicadas en el tráfico ilícito de este tipo de sustancias en esa mencionada zona del país. Muy probablemente entre 1997-1998 se convirtiera en el comandante de la Fuerza Qods/Fuerza Jerusalén (la unidad secreta del IRGC para cometer y ejecutar operaciones encubiertas en el extranjero), una plataforma para realizar todo tipo de actividades en pro de los intereses de Irán en diversas zonas del planeta, y de camino exportar la revolución islámica hasta zonas anteriormente inaccesibles por diversos motivos, tanto políticos, tecnológicos, económicos o geográficos.
La desestabilización como forma de geoestrategia y geopolítica:
La Fuerza Qods o Fuerza Jerusalén bajo el mando directo de Qasem Soleimani, formarán una parte fundamental de la estrategia geopolítica y ofensiva/defensiva militar de Irán en este último cuarto de siglo. Dentro de esta unidad se encuadrarán las conocidas unidades de cometidos especiales:
- Unidad de cometidos especiales 190. Una fuerza dedicada al tráfico ilícito de armas en apoyo a las distintas facciones y organizaciones amigas o en apoyo de aquellas que en estos momentos respaldan a los intereses iraníes en la zona.
- Unidad de cometidos especiales 400, la fuerza de tareas destinada al teatro de operaciones sirio, la destinada al teatro de operaciones del Líbano y las diferentes células o unidades diseminadas en África, Asia y Sudamérica.
La Fuerza Qods, y que a su vez está encuadrada dentro del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, no responderá directamente ante esta estructura, estando totalmente subordinada a la voluntad del Comandante Supremo o líder espiritual de la República Islámica. En palabras del General de Brigada Hossein Salami, que es el segundo encargado o al mando si se prefiere de todas las operaciones de la IRGC:
“Todas nuestras acciones se basan en un criterio estratégicamente defensivas, pero tácticamente agresivas.”
La interpretación de esta visión del mundo y del juego geoestratégico por parte de Qasem Soleimani se podría catalogar como de una actividad frenética y constante intentando anteponer siempre los intereses iraníes en la región. Tanto es así que han sido multitud de lugares y sitios del planeta donde se le ha visto, o se le ha creído verle al frente de multitud de operaciones militares siempre en primera línea de combate y coordinando todas las acciones con un simple walkie-talkie. Tanto es así que terminóacuñando un apodo entre sus amigos y enemigos: “Comandante Sombra”.
A principios de 2008, Soleimani le envió un mensaje al general David Petraeus, por aquel entonces el comandante de mayor rango de Estados Unidos en Irak:
“Estimado general Petraeus: Debe saber que yo, Qassem Soleimani, controlo la política de Irán para Irak, Siria, Líbano, Gaza y Afganistán. Y, de hecho, el embajador en Bagdad es un miembro de la Fuerza Quds. La persona que lo va a reemplazar es un miembro de la Fuerza Quds. Un miembro”.
Afganistán:
Las relaciones entre la República Islámica de Irán y el gobierno Talibán de Afganistán siempre resultaron ser tensas. Tanto es así que Irán incluso se planteó la posibilidad en la década de los noventa del siglo pasado de invadir Afganistán debido a un incidente diplomático en el que dos diplomáticos iraníes destinados a la embajada en Kabul fueron retenidos o secuestrados por talibanes o movimientos afines muy próximos a ellos. A esta situación deberíamos sumarle la ya citada ruta del narcotráfico que atravesaba Irán, llegando incluso acometer incursiones terrestres y aéreas contra carteles o clanes familiares dedicados al cultivo de la amapola. En este contexto tendríamos que sumarle los acontecimientos ocurridos en New York en 2001, que junto con la posterior invasión terrestre americana del país y la caída del gobierno talibán crearon un extraño entramado colaborativo en ese momento entre Estados Unidos, la denominada Alianza del Norte y la Fuerza Qods bajo el mando de Soleimani. Su principal misión en principio es la de proteger a la etnia Hazara de confesión musulmana chií muy perseguida por los Talibán en Afganistán. A cambio, la Fuerza Qods ayudaría con información, adiestrando y armando/equipando a esta etnia (creando Liwaa Fatemiyoun) en concreto en tácticas de guerra de guerrillas para hostigar oposiciones Talibán distrayendo las fuerzas necesarias del frente para facilitar el avance de las fuerzas de la Alianza del Norte y sus aliados norteamericanos. Incluso dirigirá una operación de ayuda directa a la Alianza del Norte para controlar las operaciones del grupo desde una base a través de la frontera norte entre Afganistán y Tayikistán.
Esta cooperación acabaría de manera abrupta tras las declaraciones del presidente George W. Bush en las que incluía a la República Islámica de Irán dentro del conocido como “Eje del Mal”.
Desde 2006 la Fuerza Qods operará con total impunidad en Afganistán contra las tropas del gobierno afgano y los soldados de la coalición internacional desplegados en el país. Incluso se ha llegado a especular con que la mencionada fuerza liderada por Soleimani hubiera estado armando, entrenando, equipando y financiando con material iraní unidades del Talibán que operan en la zona Sur de la República Islámica de Afganistán.
Palestina:
En diferentes ocasiones las muy diversas y diferentes organizaciones palestinas en la franja de Gaza, entre ellas la conocidísima Hamás y Yihad Islámica han agradecido públicamente la ayuda y colaboración de Qasem Soleimani a la causa palestina. Estos grupos serán los máximos beneficiarios del entramado iraní para el tráfico de armas, recibiéndolas por distintas rutas entre ellas vía Sudán y que acababan en Egipto para pasar de contrabando por los túneles de Gaza.
Yemen:
La facción Houthi en Yemen, que está siendo suministrada, equipada y entrenada por la mencionada unidad mediante una vía principal terrestre que atraviesa el Sultanato de Omán utilizando antiguas rutas de contrabando o de antiguas caravanas de mercaderes de la zona en combinación con una ruta paralela costera marítima utilizando las conocidas y tradicionales Dhow, que son barcos de pesca artesanal de pequeña o mediana entidad originarios de esa región del Golfo Pérsico.
Líbano:
La organización Hezbollah en Líbano ha sido un cliente preferente y privilegiado en lo referente al envío de suministros y equipamiento militar por parte de Irán, proporcionándole el armamento más sensible y tecnológico de primer nivel. Las transferencias de material en estos últimos años (la cual se ha disparado hasta grandísimos niveles, superando todos los establecidos anteriormente) han sido directamente autorizadas y cubiertas por Qasem Soleimani. En estas transferencias podemos encontrar decenas de miles de toneladas de armas de muy diverso tipo, desde fusiles de asalto automáticos KL-7.62 mm (AK-47) fabricados en Irán hasta cohetes o misiles Tierra-Tierra del tipo Zezal-3.
Siria:
Qassem Soleimani ha tenido que establecer una sólida ruta de suministros tanto por vía aérea como terrestre atravesando Irak con el gobierno de Bashar al-Assad para poder garantizar su supervivencia a largo plazo. Al comienzo de la guerra civil en Siria en 2011 creó grupos militantes chiíes que incluía un grupo de afganos residentes en Irán, la División Fatemiyoun y una brigada pakistaní, la Brigada Zeynabiyoun. Las fuerzas bajo su mando fueron instrumentos clave en muchas de las ofensivas principales de la guerra siria, incluida la recuperación de Qusayr de manos de los rebeldes. Es cierto que Soleimani trató de combinar el poder estatal y el insurgente de la mejor manera posible; el personal de su sede secreta en Damasco incluye a jefes de las milicias libanesas e iraquíes que trabajan conjuntamente a generales de Irán y Siria
Irak:
Se le considera uno de los principales creadores, organizadores e instigadores de la muy activa insurgencia iraquí contra la ocupación militar estadounidense de Irak desde el año 2004. El general Soleimani llegó incluso a dirigir las operaciones del frente de la batalla de Tikrit (lugar de nacimiento del fallecido Sadam Hussein) en la que el ejército iraquí y las diferentes milicias chiíes combatieron para intentar frenar el avance del Estado Islámico en la ciudad y en toda la región. A la postre lograría organizar una defensa efectiva y coordinada, creando además una estructura paramilitar aledaña al gobierno federal iraquí, las conocidas como PMU (Popular Mobilization Units o Unidades de Movilización Popular – Hashd al-Shaabi) muy similares en su configuración y doctrina a las unidades IRGC/Pasdarán/Basij.
No se puede entender Qassem Soleimani sin Irán, ni Irán sin Soleimani. La arrogancia de Trump, ordenando el asesinato de uno de los hombres más fuertes de la República Islámica y de Oriente Próximo deja la incógnita de qué pasará en una región convulsa regada con sangre.
¿conocéis bibliografía sobre la guerra Irán-Iraq? En español o en inglés.