Hoy charlamos con Maima Mahmoud Abdeslam, representante del Frente Polisario en Suiza, en las Naciones Unidas, y ante las organizaciones internacionales en Ginebra. Ingeniera en Telecomunicaciones y Electrónica por la cubana Universidad de Oriente, es una orgullosa políglota, madre de tres hijos y divorciada.
Durante 12 años ejerció como profesora en el campamento de refugiados de Dajla para posteriormente ser intérprete en los juzgados de las Palmas de Gran Canaria, fue consultora vocal y ocupó varios trabajos en instituciones saharauis como la Unión Nacional de Mujeres Saharauis. En 2010 inició su carrera diplomática, primero en Finlandia como delegada, y desde 2013 en Ginebra.
A menudo extraña ver desde occidente a una mujer árabe y musulmana en primera línea política. Sin embargo, más allá de los clichés, ¿cuál es el papel de la mujer saharaui en la sociedad saharaui?
M: Bueno, el papel de la mujer en la sociedad saharaui es que ella no se encuentra en una posición diferente a la del hombre en cuanto a sus deberes en la lucha por la liberación nacional. Nos sentimos totalmente responsables, como los hombres, de seguir resistiendo hasta conseguir la independencia. Y esta responsabilidad que cargamos todos a la espalda nos obliga a realizar muchos sacrificios a nivel personal, a nivel familiar, a nivel de la sociedad, para que podamos hacer trabajos tan difíciles como lo es el mío. Tenemos que alejarnos de nuestras redes sociales, de nuestra familia, de nuestra sociedad para poder realizar ese trabajo de militancia; que en mi caso es el de representar al pueblo saharaui en y frente a las Naciones Unidas en Suiza.
En ese sentido ¿cuál es el papel de la mujer saharaui dentro de la vida política de la RASD y en la resistencia?
M:Pues es un papel que no difiere mucho respecto al del hombre; simplemente cambia que por el momento todavía las mujeres no han sido solicitadas para ejercer actividades militares… aunque las mujeres si han realizado entrenamientos, se han preparado y existe una escuela militar femenina. Todavía no han solicitado sus servicios en el frente, pero si han sido muy solicitados sus servicios en retaguardia: tales como preparar el sistema sanitario, la moral de resistencia social… son maestras, son educadoras en nuestro sistema, son madres de familia y también son emigrantes.
Hay muchas mujeres saharauis que han emigrado y trabajan en Europa para que sus familias puedan vivir y resistir en los campos de refugiados. Somos guardianas de nuestra cultura, nuestra vestimenta y nuestra tradición. Somos guardianas de la importancia de la mujer en nuestra sociedad.
Como sabes, en el Sáhara Occidental nosotras no conocemos la violencia doméstica, no conocemos el maltrato físico a las mujeres, y esto se da porque las mujeres mismas han sido la policía para rechazar a cualquier hombre de nuestra sociedad que ejerce ese tipo de actividades.
Es decir, las mujeres saharauis no han llevado a cabo ninguna lucha feminista para conseguir que no haya violencia de género; sencilla y llanamente se han creado una serie de valores en los que se ve muy negativamente que un hombre maltrate a su mujer. Es la misma sociedad la que excluye a este hombre que maltrata.
Las mujeres también son guardianes de nuestra lengua, que es el Hassanía, que no es una lengua que se hable exclusivamente en Mauritania y el Sáhara Occidental. Yo no veo mucha diferencia entre hombres y mujeres en la lucha. Lo que veo por ejemplo ahora mismo es que debido a que estamos en un status quo indeterminado, las mujeres han ocupado, digamos, el papel de guardianes de la familia; siendo las que tienen y cuidan a los hijos. Los hombres casi están ausentes por diferentes razones: unos por ejemplo son militares y otros por otras razones nunca están presentes en las jaimas. En conclusión, las mujeres son las que llevan la organización de los campamentos, las familias y abanderan el papel de resistencia dentro de la sociedad saharaui.
Respecto a lo que comentas de mujer y tradición… ¿cuáles son las principales problemáticas dentro y fuera de su sociedad para la mujer?
M:Bueno, uno de los problemas más graves que tenemos las mujeres es que nos hemos arrogado la responsabilidad de cuidar a la sociedad. Por ejemplo, cuando en una familia hay alguien de mayor edad y hay dos hermanos -un hombre y una mujer-, es la mujer quien sacrificaría su vida para cuidar de este anciano. Lo mismo ocurre con una madre con muchos hijos y ya débil; son las hijas quienes sacrificarían sus estudios para ayudarla y cuidar de ella.
Así que es una sociedad en la que cada uno tiene un rol. Lo que pasa es que debido al sistema inestable en el que vivimos, a las mujeres se les han puesto muchas responsabilidades sociales: yo he sido testigo de cómo muchas mujeres sacrificaron sus estudios y trabajos para cuidar a su familias. En fin, la sociedad exige mucho más a la mujer saharaui que al hombre en cuanto a ayudar al individuo que necesita ayuda; ya sean niños o ancianos, son las mujeres las que se sacrifican para ayudarles.
¿Cómo se defienden los intereses del pueblo saharaui desde el Consejo de Derechos Humanos en la sede de Naciones Unidas en Ginebra?
M: Ginebra es la capital de muchas oficinas internacionales, entre ellas el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Internacional del Trabajo (OIT)… y como sabes, es la sede del Consejo de derechos Humanos además de la oficina del Alto Comisariado están en Ginebra, por lo tanto es el lugar para realizar los procedimientos para la protección de los Derechos Humanos.
Lo que hemos hecho en Ginebra es centrarnos en la defensa de los derechos humanos. Tenemos una oficina del frente Polisario en la cual trabajan tres personas además del llamado Grupo de Apoyo del Sahara Occidental en Ginebra, compuesto por países amigos de la causa saharaui donde se realizan paneles de alto nivel, intervenciones en el plenario en nombre de estos países aliados… También hemos hecho otro grupo de apoyo, compuesto por 212 ONGs que siguen los dosieres, realizan paneles e intervenciones plenarias desarrollando una plataforma que defiende al pueblo saharaui.
Y esta última oficina del Polisario además, elabora dosieres en coordinación con otras organizaciones saharauis sobre la cuestión de los desaparecidos, la cuestión de los presos políticos, la cuestión de la tortura y la cuestión del disfrute de todos los derechos que están siendo violados en el Sáhara Occidental por el ocupante marroquí. En definitiva, Ginebra es la capital de los derechos humanos, y es una plataforma en la cual los saharauis nos sentimos obligados a participar para visibilizar la causa saharaui.
¿Cuáles son esas violaciones de DDHH que sufren los saharauis bajo ocupación marroquí?
M: En el Sáhara Occidental Ocupado, los saharauis son ciudadanos de segunda clase ¡En su propia tierra! Son torturados, vejados, no tienen acceso al trabajo. No tienen libertad de movimiento, ni de asociación, ni de expresión, y viven en extrema pobreza.
El sistema de ocupación marroquí ha creado una dependencia total mediante unas cartillas dotadas del equivalente a 150 dólares por persona al mes a la par que te privan del acceso a un puesto laboral. Sin acceso al trabajo, Marruecos coacciona de diversas maneras: una sería por ejemplo amenazando con que si te manifiestas contra la ocupación, te cortan esta ayuda.
Insisto, son ciudadanos de segunda clase en su propia tierra que viven en extrema pobreza. Existen presos políticos, es un territorio totalmente cerrado al mundo exterior. No lo pueden visitar periodistas, ni parlamentarios, ni nadie; lo cual permite al ocupante marroquí violar los derechos humanos a sus anchas sin ningún testigo.
Esto es terrible, pero todavía es peor que en el Sahara occidental es el único territorio donde no se conoce nada sobre las violaciones de derechos humanos por parte de la Oficina del Alto Comisariado de la ONU dirigida por Michelle Bachelet, que lleva años sin escribir ningún informe, ni realizar ninguna visita técnica ni profesional. El Sáhara occidental no solo está silenciado por el ocupante, sino que también está silenciado por las diferentes agencias de Naciones Unidas que se supone deberían proteger los derechos humanos.
El Sáhara Occidental es el único territorio del mundo donde no hay un centro administrativo. Es decir, España dejó la responsabilidad en el 75 y a Marruecos no se le reconoce la soberanía, por lo que la responsabilidad de ese territorio recae sobre la ONU hasta la celebración de un referéndum de autodeterminación. Desgraciadamente nadie ha hecho sus deberes. Ni Marruecos, ni España ni las Naciones Unidas han informado sobre qué ocurre en el Sáhara Occidental. Realmente es una vergüenza que en el Siglo XXI exista a unos kilómetros de Europa un territorio cerrado a cal y canto, y que el ocupante Marroquí campe a sus anchas haciendo lo que le da la gana.
¿Cuál es el trabajo que desde tu puesto llevas a cabo en torno al expolio de los recursos naturales en los Territorios ocupados?
M: El Sáhara occidental se considera un territorio no autónomo, por lo que toda actividad económica en este territorio es ilegal sin el consentimiento del pueblo saharaui o su único representante legal: el Frente Polisario. Como bien sabes, todas las actividades económicas de las empresas españolas y de otras partes el mundo en los territorios ocupados son totalmente ilegales y se consideran robo.
Están robado al pueblo saharaui con el consentimiento de la comunidad internacional, porque todo el mundo sabe que el Sahara occidental no pertenece a Marruecos. Por lo tanto estas empresas que roban estos recursos no respetan el derecho internacional.
Es vergonzoso, así que nosotros desde Ginebra intentamos dar a conocer qué empresas roban los recursos naturales del Sáhara Occidental sin el consentimiento de nuestro pueblo. Para ello nos valemos de diferentes actividades, como los grupos de apoyo -ya sea de países u organizaciones-, participando en seminarios como el más reciente ‘Transnational and Human Rights’…
Te pongo algún ejemplo, aunque hay muchas empresas españolas como Mercadona que traen la mayoría de sus pescados del Sáhara occidental. Hay otras europeas como la francesa Azur o Total o Siemens. Hay muchísimas empresas que utilizan los recursos naturales del Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui, y por lo tanto, que están robando.
Además, no hay ninguna excusa o justificación para no repartir las ganancias de este expolio con el pueblo saharaui que vive de las limosnas que llegan desde Europa a través de ayudas los campamentos de refugiados. Los recursos naturales son el obstáculo para la solución del Sáhara occidental y esto es realmente vergonzoso.
Sabemos que ACNUR también tiene su sede en Ginebra ¿Ha mostrado alguna preocupación especial por los refugiados Saharauis? Refugiados que junto a los palestinos son los más antiguos del Mundo.
M: Mira, primeramente, para ACNUR los refugiados más antiguos son los saharauis pese a que los palestinos son mucho más antiguos ya que tienen su propia agencia, la UNRWA. Entonces, siendo los saharauis los más antiguos, quiere decir que ACNUR no hace bien su tarea. Cede a las presiones de Marruecos; un país no acogedor de refugiados que además no es un donante número uno.
Marruecos ha logrado hacer presión sobre ACNUR para que no publique un informe con la cantidad exacta de refugiados saharauis, La publicación de este informe es muy importante, porque representa la cantidad de refugiados real y además aporta un camino libre a las donaciones para esos refugiados. Desgraciadamente ACNUR ha cedido al chantaje marroquí no publicando dicho informe en ninguna parte.
Estamos muy descontentos con ACNUR que ha olvidado su mandato de proteger a los refugiados, por el simple chantaje de un país no receptor de refugiados y no donante de ayuda para los refugiados.
¿Cómo actúa Marruecos, el lobby majzenita, en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra?
M: Actúa de una manera muy sucia, muy sucia, porque corrompe a la mayoría de funcionarios de Naciones Unidas para crear problemas de visibilización y representación de la causa saharaui.
Además, paga a un puñado de mercenarios saharauis para crear la imagen que Marruecos está muy lejos de la ocupación del territorio saharaui, que es un conflicto interno entre dos facciones saharauis; una independentista y otra pro-marroquí.
Esto es totalmente falso, dado que Marruecos ocupa militarmente el territorio del Sáhara Occidental. Ellos corrompen el sistema de naciones Unidas para silenciarnos, el Majzen y la embajada marroquí en Ginebra juegan muy sucio, y de hecho tengo en mi poder documentos que prueban y cómo esta embajada de Marruecos paga a grupos de presión hasta 10.000 dólares al año para introducir su discurso en diversos foros en Naciones Unidas.
¿Cómo evaluarías a los aliados de la RASD y del pueblo saharaui, el grupo de embajadores amigos de la RASD?
M: Yo realmente les estoy muy muy agradecida, porque son un grupo de embajadoras muy fuertes y valientes que expresan de una manera pacífica su apoyo, y dan al pueblo saharaui la posibilidad de tener voz en diversos foros, ya que la RASD no es un miembro de Naciones Unidas y por tanto no tiene voz.
Este grupo de países nos permite dirigir nuestro mensaje, dirigir nuestras demandas al Consejo a través de esa posibilidad que nos dan. Estoy muy orgullosa de ellos: les aplaudo cada día, y nos gustaría seguir cooperando con ellos. La verdad, no tengo palabras para agradecer su esfuerzo ya que han conseguido visibilizar la causa saharaui. Este grupo aquí es el problema de Marruecos, así que lo quieren destruir con toda su fuerza, pero la voluntad de estos hombres y estas mujeres han logrado mantener este grupo desde hace más de tres años.
Estoy muy orgullosa de ellos y les exhorto a proseguir con su labor.
Tu actividad diplomática te ha llevado a vivir en Suiza ¿cómo perciben la sociedad civil y la clase política Suiza la cuestión saharaui?
M: Yo soy una emigrante más. Suiza no reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática, y por lo tanto no tengo título de embajadora; solo de representate del Frente Polisario. Respetan mi actividad basados en la democracia y los derechos humanos que rigen el Gobierno Suizo. Tengo muy buenas relaciones con varios partidos, tenemos un grupo de apoyo de parlamentarios con la causa saharaui y tenemos relaciones con el ministerio de exteriores de manera bastante Aislada.
Suiza es un país neutral con el tema del Sáhara Occidental. Los intereses económicos prevalecen sobre los intereses políticos, pero gracias a Dios es un país todavía democrático y realmente me han dado la oportunidad de trabajar, y no tengo sino agradecimientos hacia ellos. Estoy muy contenta, puedo realizar mi actividad sin miedo, y esto es muy importante porque en muchos países realmente no les gusta la voz del pueblo saharaui y los echan. Aquí (Suiza) estamos muy contentos con la tolerancia. Tenemos varias organizaciones que nos acogen bien, cooperación con varias asociaciones, hacemos un montón de actividades, hacemos manifestaciones… realmente nada me ha impedido realizar aquí mi trabajo.
Si no me equivoco, hace relativamente poco tiempo las principales cadenas de supermercados suizos no adquieren productos expoliados del Sáhara Ocupado. ¿Qué ha ocurrido?
M: Lo que ha ocurrido es el resultado de nuestra relación con organizaciones como Terre des hommes o el Comité Suizo de Apoyo al Pueblo Saharaui o la Asociación de Españoles por el Sahara Ocidental en Suiza, la Asociación de amigos del Pueblo Saharaui en la Suiza germano parlante o Western Sahara Resources Watch que han trabajado duramente desde 2015 hasta la actualidad tratando de concienciar con actividades frente a supermercados, haciendo reuniones con los responsables de estas cadenas, explicando que no se puede poner en la mesa productos de territorios ocupados… gracias a ese trabajo y ese esfuerzo, los supermercados suizos decidieron hace dos años finalizar los contratos y no firmar nuevos, nos lo prometieron.
Llevamos lo que va de año sin productos del Sáhara Occidental sobre todo agrícolas en los supermercados suizos. Esta batalla se ha ganado gracias a la concienciación de los consumidores, de la sociedad civil y de los directores de supermercados. Hemos trabajado años, y el resultado es alentador. Llamo a todo el mundo a que se acerque a la campaña de boicot porque es la manera más eficaz de acabar con la ocupación marroquí; como el boicot ha acabado con el Apartheid, como el boicot hace que la legalidad internacional sea respetada.
Nos congratulamos todos por este gran resultado y espero que otros países sigan la misma línea.
Una excelente entrevista que refleja el importante papel que desempeñan las mujeres saharauis en una doble lucha por la libertad y el empoderamiento.